Si has llegado a esta página debe ser porque estás interesada en información acerca del herpes vulvar y el herpes vaginal que suelen aparecer simultáneamente; razón por la cual la enfermedad puede llamarse herpes vulvovaginal o herpes vaginovulvar.
Uno de los signos del herpes vulvovaginal es la inflamación de la vagina y de las estructuras de la vulva. Como la inflamación o infección de ambas estructuras recibe el nombre de vulvovaginitis, el herpes vulvovaginal también recibe el nombre de herpes vulvovaginitis o vulvovaginitis herpética.
En este artículo voy a realizar una amplia exposición sobre el herpes vulvovaginal y su tratamiento que te resultará muy útil.
El herpes es una enfermedad que además de dañarte físicamente te puede causar un trauma emocional y la mejor forma de contrarrestar ese trauma es que conozcas acerca de la enfermedad y de las vías para su tratamiento y cura.
Varias investigaciones médicas han demostrado que si conoces sobre tu enfermedad y sus causas, puedes curarte más rápido que si no lo haces.
En este artículo conocerás acerca de los tratamientos y cura del herpes vaginal y del herpes vulvar, sus signos y síntomas, sus causas y diagnóstico.
He incluido a principio del artículo una sección acerca de la anatomía y fisiología de la vagina y los genitales externos la cual te resultará útil para la compresión de las demás partes del escrito.
El artículo está redactado en un lenguaje claro y sencillo para facilitarte su comprensión. Puedes comenzar la lectura por la sección que más te interese.
Espero que la lectura de este artículo te ayude a conocer más acerca de tu enfermedad y a tomar decisiones que contribuyan a que disfrutes de una buena salud física y mental.
Si eres angloparlante, puedes leer una versión en inglés de este artículo sobre el herpes en la vagina y el herpes en la vulva mediante clic en el enlace.
La vagina y los genitales externos de la mujer [↑]
En esta sección describo las características de la vagina y de los genitales externos de la mujer porque estas estructuras suelen ser afectadas por el herpes genital en la vagina y el herpes genital en la vulva.
La vagina y sus características
La vagina es una estructura que conecta la parte interna con la parte externa del aparato genital femenino.
Esta estructura es un tubo elástico de unos 10 centímetros de largo que se extiende desde el exterior hasta el útero con el cual forma un ángulo cuya amplitud es cercana a la de un ángulo recto; está situada por detrás de la vejiga urinaria y la uretra a la cual está adherida por su pared anterior. Por detrás se relaciona con el recto y el perineo.
La parte externa de la vagina se localiza por detrás del orificio de la uretra y se abre entre los labios menores de los genitales externos.
La vagina está compuesta por tres capas. La capa más externa está formada por tejido conjuntivo, la intermedia es un músculo y la interna es una capa mucosa con múltiples pliegues transversales en forma de hoz entre los cuales quedan surcos de profundidad variable. Estos pliegues suelen ir desapareciendo a medida que envejeces.
Las paredes de la capa interna de la vagina suelen estar en contacto una con otra. Por esta razón la vagina aparenta ser una cavidad muy estrecha.
La función de la vagina en la reproducción humana es recibir el semen, conservar los espermatozoides y dirigirlos hacia la entrada del útero para propiciar la fecundación del óvulo.
Los genitales externos: la vulva
A los genitales externos de la mujer se les llama vulva y sus funciones son la atracción y la lubricación en la reproducción. La vulva está constituida por cinco estructuras: monte de Venus, labios mayores, labios menores, clítoris y vestíbulo vaginal.
Varias de estas estructuras pueden ser afectadas por el herpes genital en la vulva y por eso es importante conocerlas.
El monte de Venus es un abultamiento compuesto de tejido adiposo que está situado por delante de la sínfisis del pubis y se cubre de vellos en la pubertad.
Los labios mayores son dos repliegues constituidos por tejido adiposo, cubiertos de piel, que se extienden desde el monte de Venus hacia abajo y hacia atrás. Se unen por detrás en la comisura posterior que está delante del ano y por delante en la comisura anterior.
La cara externa de los labios mayores está cubierta de vellos y la cara interna es lisa y en ella se localizan glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas.
Los labios mayores pueden estar muy próximos entre sí ocultando a los labios menores, el clítoris y el vestíbulo vaginal.
Los labios menores son dos repliegues pequeños rodeados por los labios mayores y generalmente no son visibles desde el exterior; son lisos y forman el límite del vestíbulo vaginal.
La parte interna del clítoris está formada por dos raíces a ambos lados que tienen una longitud promedio de 10 cm. Gracias a estas raíces es que la penetración vaginal causa orgasmo en la mujer, lo cual desmonta la creencia equivocada en la existencia de dos tipos de orgasmos uno vaginal y otro clitoriano.
El clítoris es el único órgano del cuerpo humano cuya única función es el placer y fue identificado por primera vez en el año 1559.
En el glande del clítoris existen mucho más terminaciones nerviosas que su parte interna y que en el pene del hombre.
El vestíbulo vaginal es el espacio limitado por los labios menores de la vulva. En este espacio se abre la uretra y la vagina. A ambos lados de la abertura de la uretra se localizan los orificios de las glándulas de Skene y a ambos lados de la abertura de la vagina los orificios de las glándulas de Bartholin.
¿Qué es el herpes vaginal? [↑]
El herpes vaginal es una enfermedad de transmisión sexual, recurrente, causada por el virus herpes simple que infecta la vagina y ocasionalmente el cuello del útero.
Según las historias contadas por pacientes con herpes, no se experimentan las mismas vivencias cuando se padece de un herpes labial que cuando el herpes afecta a los genitales, aunque estas enfermedades pueden ser causadas por un virus del mismo tipo.
Quizás alguna vez te hayas interesado por las diferencias entre herpes genital y herpes vaginal. El segundo es un caso particular del primero porque el herpes genital además de infectar la vagina también puede invadir las estructuras de la vulva y áreas cercanas a esta: los glúteos, el ano y los muslos.
¿Cuáles son los signos y síntomas del herpes en la vagina? [↑]
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que una enfermedad es una alteración o desviación del estado fisiológico de una o varias partes del cuerpo de una persona que se manifiesta por síntomas y signos clínicos. Ahora te voy a hablar de los signos y síntomas del herpes vaginal.
Por ejemplo, el ardor que sientes en los inicios del herpes es un síntoma, mientras que el enrojecimiento inicial de la zona afectada es un signo.
El herpes vaginal transita por seis etapas cada una de las cuales se caracteriza por síntomas y signos específicos. Estas etapas son: 1) pródromo, 2) inflamación, 3) ampollas, 4) úlceras, 5) costra y 6) cicatrización.
Los síntomas y signos de las etapas iniciales del herpes después del pródromo (2, 3 y 4) reciben el nombre de brote de herpes.
Estas etapas se repiten en las recurrencias del herpes en la vagina, pero las recurrencias suelen ser menos severas que el primer brote.
La recurrencia del herpes es una característica que lo diferencia de otras enfermedades virales tales como el sarampión y la rubéola y significa que puedes tener brotes repetidamente durante toda tu vida, aunque la experiencia demuestra que a medida que las personas envejecen los brotes son menos frecuentes.
El inicio de la enfermedad del herpes es el primer brote y las personas se mantendrán enfermas aunque no tengan más brotes debido a los trastornos psicológicos que ello le suele ocasionar.
La etapa de pródromo
Esta es la etapa inicial del herpes vaginal y del herpes en cualquier otra parte del cuerpo. Los síntomas más frecuentes en esta etapa son: falta de apetito, fiebre, malestar, inflamación de los ganglios linfáticos de la ingle, dolores musculares en la parte baja de la espalda, los glúteos, las rodillas o los muslos y hormigueo y picazón en la vagina.
La duración de esta etapa puede variar de una mujer a otra, pero suele ser menor que seis horas.
La etapa de inflamación
En esta etapa se inflama la vagina y su piel se torna más roja que en su forma habitual. Debido a la inflamación puedes tener dificultades para orinar. En caso de una inflamación aguda, necesitarás de una sonda vesical para el vaciado de la vejiga urinaria.
La etapa de las ampollas
Esta etapa se inicia uno o dos días después del pródromo, le continúa a la etapa de inflamación, aunque al salir las ampollas la vagina continúa inflamada.
Las ampollas son de color más claro que el resto de la piel de la vagina y su interior contiene un líquido donde está presente el virus del herpes simple.
La etapa de las úlceras del herpes vaginal
Las úlceras suelen ser muy dolorosas, se originan cuando las ampollas se rompen y suelen aparecer tres días después del pródromo.
Las úlceras producen secreciones vaginales que contienen el virus y pueden contagiar a otras personas y a otras partes del cuerpo del huésped.
La etapa de las costras
Las úlceras tardan unos cuatro días en reducirse y se cubren por una costra muy fina. La aparición de las costras hace menos dolorosa el área afectada por el herpes.
La etapa de cicatrización
Es la etapa en que las costras desaparecen y la piel de la vagina se restaura a su estado normal sin cicatrices. El virus que ha causado la enfermedad se retira a los ganglios del huésped para evitar su destrucción por el sistema inmune.
Herpes vulvar [↑]
El herpes en la vulva es una enfermedad de transmisión sexual, recurrente, causada por el virus herpes simple que infecta una o varias de las estructuras de la vulva y transita por las mismas etapas que el herpes vaginal.
Las estructuras de la vulva que suelen ser más afectadas son los labios mayores y el monte de Venus.
Los signos y síntomas del herpes vulvar en la etapa de pródromo son similares a los signos y síntomas del herpes vaginal. En las siguientes etapas las diferencias se deben a las especificidades de las estructuras de la vulva.
Muchas mujeres que padecen herpes genital refieren ser afectadas tanto por el herpes en la vagina como por el herpes vulvar; ambos son formas del herpes genital muy frecuentes.
Causas, factores desencadenantes y efectos del herpes vaginal y el herpes vulvar [↑]
En esta sección describo las causas del herpes vaginal y el herpes vulvar, factores que pueden coadyuvar a que padezcas herpes, si estás infectada con el virus, y posibles efectos del herpes para tu salud.
Causas del herpes en la vagina y el herpes vulvar
La causa fundamental de estas enfermedades es el virus herpes simple tipo 2 (HSV-2), también conocido como virus del herpes genital, aunque también pueden ser causadas por el virus herpes simple tipo 1 (HSV-1), conocido como virus del herpes oral.
Hay personas que confunden el nombre de la enfermedad con el nombre de la causa porque ambos nombres incluyen la palabra herpes. La causa es el virus, la enfermedad es la alteración o desviación fisiológica que el virus ocasiona.
De igual manera si la boca de una persona que tiene un brote de herpes oral tiene contacto con los genitales de su pareja, es muy probable que su pareja se infecte y padezca de herpes genital.
Estos virus también se pueden contagiar de un área del cuerpo a otra en el mismo huésped y la infección por uno de ellos no inmuniza contra el otro, es decir, podemos estar infectados por ambos virus a la vez.
El virus del herpes simple utiliza un mecanismo de propagación llamado evasión inmune que evita su detección y destrucción por las células T del sistema inmune.
Factores desencadenantes del herpes vaginal y vulvar
Existen varios factores, nombrados factores desencadenantes, que pueden coadyuvar a que contraigas herpes en la vagina o herpes en la vulva, si estás infectada con el virus del herpes simple. El efecto de estos factores se debe a que debilitan el sistema inmune o están asociados a su debilitamiento.
Entre los factores desencadenantes del herpes vaginal y el herpes vulvar se incluyen el estrés, la exposición al sol, el uso de ropa demasiado ajustada al cuerpo, el período de menstruación, deshidratación, ejercicios de alta intensidad, alimentación inadecuada y dormir menos tiempo que el necesario.
Existen alimentos que debes evitar, si estás contagiada con el virus. En el libro “El Protocolo Definitivo del Herpes” aparece una lista de alimentos cuyo consumo debes evitar y de alimentos que debieras consumir.
He dedicado un artículo exclusivamente a la alimentación anti herpes que contiene toda la información que necesitas sobre la dieta que debieras consumir para evitar los brotes.
Efectos del herpes vulvovaginal
El herpes se caracteriza por ser una enfermedad recurrente cuyos brotes afectan siempre la misma área. Ello significa que si padeces de un herpes vulvar, cuando tengas una recurrencia tu vulva será afectada nuevamente. A veces la recurrencia no afecta el mismo lugar, sino un lugar cercano al del brote inicial, pero en la misma área.
Entre las posibles complicaciones del herpes está la infección por bacterias de la zona afectada debido a las llagas.
También el herpes abre la brecha a la infección por VIH. Un estudio publicado en la Revista AIDS en 2006[2] afirma que la infección por el virus herpes simple tipo 2 en mujeres y hombres los hace tres veces más vulnerables a ser contagiados por el VIH.
El virus presente en el herpes vaginal o el herpes vulvar puede contagiar otras partes de tu cuerpo, si no tomas las medidas preventivas adecuadas. Recuerda que el herpes se contagia por contacto con el virus.
Si los ojos se te contagian con el virus, puedes padecer de herpes ocular y de queratitis por herpes que afectarán tu visión temporalmente o de forma definitiva.
Entre las posibles enfermedades asociadas al herpes está la enfermedad de Alzheimer. Investigaciones recientes han encontrado un vínculo entre el virus del herpes y esta enfermedad. Todavía no se sabe si el virus es una de sus causas, pero varios grupos de investigación han descubierto una relación entre ellos.
Un ejemplo de estudio que refuerza la hipótesis acerca de esta relación se aprecia en el artículo titulado “El virus del herpes simple, APOEɛ4, y el declive cognitivo en la vejez: Resultados del Estudio Betula Cohort”, publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease en enero de 2019.
El estudio tuvo una duración de 11,6 años y en él participaron 3413 personas. Los resultados obtenidos por los investigadores en la muestra evidencian que las personas infectadas con el virus herpes simple tienen más riesgo de disminución de la memoria episódica que las no infectadas.
El herpes vaginal en mujeres embarazadas con menos de 20 semanas se asocia con aborto.
Los bebés de madres que padecen herpes vaginal tienen peligro de infectarse en período perinatal (inmediato anterior o inmediato posterior al nacimiento), si nacen por el tracto genital materno.
Los neonatos infectados con el virus del herpes pueden padecer de hepatitis, encefalitis o erupción generalizada. Todas estas enfermedades suelen ocasionar la muerte en la mayoría de los casos.
Diagnóstico del herpes en la vagina y herpes vulvar [↑]
¿Cómo saber si tú tienes herpes en la vagina o en la vulva?
Si sientes los síntomas iniciales del herpes que hemos descrito anteriormente, debes recurrir a tu médico.
El médico examinará el área afectada y decidirá los pasos a seguir.
En la entrevista con el médico debes ser todo lo sincera posible porque cualquier detalle que omitas podría perjudicar tu salud en el futuro.
Existen pruebas de laboratorio mediante las cuales es posible diagnosticar con certeza la infección. Estas son necesarias aunque la infección por herpes simple sea evidente, pues es importante conocer el tipo del virus causante de la enfermedad para la elección del tratamiento a utilizar.
La prueba más sencilla se basa en el cultivo viral. Esta consiste en tomar una muestra con un bastoncillo de algodón en una ampolla o llaga y después colocar la muestra en un medio de cultivo.
Las dos desventajas principales de esta prueba son que necesita una cantidad suficiente de virus para que sea efectiva y su realización requiere que el paciente tenga un brote de herpes. Según las estadísticas esta prueba suele arrojar un 50% de falsos negativos, es decir, casos en que se obtiene un resultado negativo estando infectado el paciente.
Cuando el resultado de esta prueba es negativo se deben utilizar otras pruebas complementarias.
Por las características de la prueba del herpes por cultivo recomendamos acudir al médico en los inicios del brote para que la prueba sea efectiva.
Las pruebas de sangre del herpes no detectan el virus directamente, sino que identifican la presencia de anticuerpos que el organismo produce contra la infección. Algunas de estas pruebas pueden identificar el tipo de virus.
Tratamientos del herpes vaginal y herpes vulvar [↑]
Quizás no hayas reflexionado acerca de la importancia de recibir tratamiento para el herpes. Algunas razones que demuestran que debes tomar acciones en esa dirección son las siguientes:
- Podrás disfrutar de una mejor salud física y mental.
- Evitarás contagiar a otras personas.
- Puedes evitar posibles complicaciones del herpes.
- Evitarás posibles enfermedades asociadas al herpes.
- No pondrás en riesgo a tu bebé en su nacimiento.
Existen varios tratamientos para el herpes; algunos provienen de la medicina convencional, otros de la medicina alternativa y en otros se combinan ambos enfoques.
La medicina convencional se basa en los enfoques de atención a la salud humana por médicos y personal aliado como enfermeras, psicólogos y fisioterapeutas.
Existen distintas denominaciones de la medicina no convencional. Aquí se utiliza la terminología del Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral de los Estados Unidos (NCCIH)[3] que es la agencia principal del gobierno federal para la investigación de las prácticas de atención a la salud humana que sustituyen, complementan o se integran con las prácticas médicas convencionales.
En la terminología utilizada por esta institución se le llama medicina alternativa a los enfoques de atención a la salud humana en que se utilizan prácticas y productos no convencionales tales como productos naturales y prácticas mentales y corporales en lugar de la práctica médica convencional.
La verdadera medicina alternativa es poco común porque solemos utilizar los tratamientos no convencionales junto a los convencionales. El NCCIH utiliza el término medicina complementaria para referirse a las prácticas de atención a la salud no convencionales cuando estas se utilizan junto a las convencionales y la frase medicina integral, para referirse al enfoque de atención a la salud donde se utilizan las prácticas y productos no convencionales de forma coordinada con las prácticas de la medicina convencional.
Tratamientos de la medicina convencional
Los tratamientos del herpes, basados de la medicina convencional, utilizan los llamados agentes antivirales sistémicos: Aciclovir, Valaciclovir y Famciclovir, cuyos respectivos nombres comerciales son Zovirax, Valtrex y Famvir.
Estos medicamentos se comercializan en tabletas, cremas, ungüentos e inyecciones y no eliminan el virus del herpes de tu cuerpo, pero ayudan a disminuir el tiempo del brote porque dificultan la replicación del virus.
El Valaciclovir es más eficaz para el tratamiento del herpes genital en mujeres que en hombres y el Famciclovir es recomendado en pacientes que padecen de herpes genital con el sistema inmune comprometido.
El uso de todos estos agentes antivirales en sus presentaciones no tópicas tiene efectos secundarios nocivos para tu salud y las tabletas e inyecciones no deben ser utilizadas sin prescripción médica.
Aunque los agentes antivirales se comercializan en cremas y ungüentos, su uso es más efectivo en tabletas e inyecciones. En los genitales no debes utilizar cremas debido a su alto contenido de agua; si optas por un tratamiento tópico, debes usar un ungüento.
Los tres tipos fundamentales de terapias con el uso de agentes antivirales sistémicos son: 1) terapia de tratamiento inicial, 2) terapia de tratamiento intermitente y 3) terapia de tratamiento supresivo.
La terapia de tratamiento inicial se aplica generalmente para aliviar los síntomas después del diagnóstico inicial y puede extenderse de 7 a 10 días. Además de aliviar los síntomas, esta terapia puede ayudar a impedir que los síntomas empeoren y contribuir a una cicatrización más rápida.
La terapia de tratamiento intermitente se utiliza para evitar que el sistema inmune se comprometa durante un brote, se aplica en pacientes con recurrencias de herpes leves (seis brotes al año como máximo) y su duración es de 2 a 5 días.
La terapia de tratamiento supresivo se aplica en pacientes con recurrencias frecuentes para minimizar los brotes, tiene una función profiláctica y puede tener una duración hasta de un año.
Hasta la fecha no se dispone de una vacuna contra los virus herpes simple tipo 1 y herpes simple tipo 2.
Tratamientos de la medicina alternativa
Los tratamientos del herpes vaginal y herpes en la vulva basados en la medicina alternativa son muy variados y se apoyan fundamentalmente en el uso de productos naturales o en prácticas mentales y corporales.
De estos, los que se apoyan en productos naturales utilizan yerbas medicinales, aceites esenciales, vitaminas, minerales y suplementos dietéticos.
Los basados en prácticas mentales y corporales incluyen la acupuntura, la ozonoterapia y las técnicas de relajación algunas de las cuales tienen su origen en la medicina china.
La medicina china se diferencia de la medicina occidental; los médicos chinos se concentran en el enfermo, no en la enfermedad porque piensan que eliminando la enfermedad no basta para curar al enfermo.
La acupuntura ha demostrado ser un tratamiento muy eficaz contra muchas enfermedades. Existen experimentos médicos según los cuales aplicando esta técnica se puede fortalecerse el sistema inmune.
Tratamientos integrativos de la vulvovaginitis herpética
Los tratamientos integrativos del herpes vaginal y el herpes vulvar combinan la medicina convencional con la medicina alternativa.
El Protocolo Definitivo del Herpes está plasmado en un libro en inglés que ha sido traducido al español y al francés.
Este tratamiento elimina el virus del herpes de tu cuerpo definitivamente en menos de 60 días y ha sido estructurado en tres etapas, cada una de las cuales tiene una función específica.
La primera etapa está dirigida a fortalecer tu sistema inmune, la segunda está concebida para destruir la capa de proteína protectora del virus y la tercera y última etapa es donde se le proporciona el golpe final al virus impidiendo su reproducción.
El Protocolo Definitivo del Herpes no tiene efectos nocivos para tu salud y puedes descargar el libro en español de su sitio oficial.
Si eres angloparlante puedes descargar el libro en inglés desde este enlace.
Para quienes hablan francés el libro en francés está disponible en esta página.
Herpes vulvovaginal y embarazo [↑]
Si padeces de herpes vulvo-vaginal, puedes tener hijos. El virus no es hereditario.
La transmisión no se produce por vía sanguínea, solo es posible mediante el contacto con las zonas infectadas con el virus.
El peligro de contagio del bebé es al nacer, si padeces de un brote de herpes en ese momento.
Recuerda que el virus puede estar presente en la vagina aunque no tengas un brote y por esta razón debes recordar a tu médico sobre tu condición en fecha próxima al parto.
Notas finales acerca de la vulvovaginitis herpética [↑]
El herpes vaginal y el herpes vulvar son enfermedades de transmisión sexual causadas por los virus herpes simple tipo 1 o herpes simple tipo 2.
Una vez que el virus infecta tu cuerpo puede permanecer en él sin ocasionar brotes, aunque el virus se puede activar y contagiar a otras personas u otras partes de tu cuerpo.
El herpes vaginal y herpes en la vulva se pueden tratar utilizando agentes antivirales sistémicos los cuales no eliminan el virus de tu cuerpo y tienen posibles efectos secundarios nocivos para tu salud. Como tratamiento alternativo integral recomendamos “El Protocolo Definitivo del Herpes” que ha demostrado ser eficaz en miles de pacientes.
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Referencias:
1. ↑ Candida albicans. Wikipedia. Disponible en https://es.wikipedia.org/wiki/Candida_albicans
2. ↑ Freeman, E., Weiss, H., Glynn, J., Cross, P., Whitworth, J. and Hayer, R. (2006). Herpes simplex virus 2 infection increases HIV acquisition in men and women: systematic review and meta-analysis of longitudinal studies. AIDS Journal, Vol. 20, 73-83. Artículo disponible en https://journals.lww.com/aidsonline/Fulltext/2006/01020/Herpes_simplex_virus_2_infection_increases_HIV.11.aspx
3. ↑ Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral. Sitio web oficial https://nccih.nih.gov
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